El éxito del espectáculo musical Poker de Voces anoche en su segunda visita a Barcelona fue rotundo. Con un teatro Arteria Paral·lel engalanado de un lleno absoluto y un público de lujo totalmente entregado, entre los que se encontraban desde actores del recién acabado musical Los Miserables, a Víctor Conde, director del mismo, o la encantadora madre de Daniel Diges -¡gracias por el ratito que nos dedicaste!-. Tanto los cuatro artistas, –Daniel Diges, David Ordinas, Pablo Puyol e Igansi Vidal-, como la orquesta en escena, dirigida por César Belda, dieron lo mejor de sí mismos en un escenario donde no faltaron las anécdotas, los focos, el humo, las sorpresas y sobretodo las grandes voces.

Como ya sabéis, el equipo de Broadway Barcelona realizó el concurso «Una pregunta a Poker de Voces» las semanas previas al espectáculo. Se trataba de hacer una cuestión original dirigida a Poker de Voces, y de entre todas las preguntas se eligió la más ingeniosa para acompañarnos en la entrevista que les hicimos antes del espectáculo. En esta ocasión, la que supo jugar mejor sus cartas fue Marta E., una simpática valenciana de ojos y sonrisas enormes y llenos de ilusión por pasar un rato en petit comité con unos artistas que conoce y sigue desde hace ya mucho tiempo.

A Marta le acompañaron hasta el Arteria Paral·lel un numeroso grupo de seguidoras de Poker de Voces, que también participaron en nuestro concurso -desde aquí un abrazo a todas ellas, por el cariño que nos han demostrado y por seguirnos día a día con una ilusión tremenda-. La puerta del teatro se abrió y David Ordinas recibió a Marta con los brazos abiertos. Después, desde el escenario bajaron Daniel, Ignasi y Pablo y ellos mismos nos condujeron al camerino para realizar la entrevista. Fue un rato muy divertido, los chicos respondieron con mucho humor a nuestras preguntas, y bromearon con Broadway Barcelona. Hubo también alguna primicia y un momentazo en el que tuvimos un mini concierto privado con el que nos dejaron con la boca abierta. Pronto os ofreceremos el video de la entrevista que ya nos estáis reclamando. Un poco de paciencia, ¡lo bueno se hace de rogar un poquito musical lovers!

Y llegó la pregunta de Marta: «Si se creara un Poker de Voces femenino, ¿Quiénes formarían el cuarteto de reinas?». Nuestra querida fan puso a los artistas en un aprieto, pero como dice ella misma entre risas «ellos supieron salir airosos de ese momento».

Ya sabéis que en Broadway Barcelona os proponemos planes para que hagáis de vuestra velada musical toda una experiencia. En esta ocasión, después de las emociones fuertes que vivimos con Marta y Poker de Voces, necesitabamos picar algo antes de que comenzara el espectáculo, por eso estuvimos en un bar de tapas que ya os hemos recomendado en alguna ocasión: Can Eusebio, con una carta de 50 tapas baratas y abundantes.

Foto de Marga S.

Finalmente, y con los nervios a flor de piel -incluidos los nervios de Zenón Recalde, director del espectáculo-, empezó el show. Cuatro voces que nos recordaron a ritmo de temas de La Bella y la Bestia, Grease, Hoy no me puedo levantar o Rent, su trayectoria musical. También parodiaron canciones de otros muchos musicales, -las agujetas en la barriga de tanto reir están aseguradas-. Y nos hicieron vivir momento en los que se nos pusieron los pelos de punta, la calidad vocal, artística y humana de estos chicos es colosal. Uno de los instantes más emocionantes fue cuando invitaron a subir al escenario a Gerónimo Rauch, que anteriormente formaba parte del cuarteto; Gero nos deleitó con un tango argentino como despedida, y es que se va a Londres donde seguirá su carrera como Jean Valjean en «Los Miserables» en el West End -no nos cansaremos de darle la enhorabuena-. No os daremos muchos más detalles del espectáculo porque creemos que nada de lo que os podamos contar se asemejará a la realidad de vivirlo en directo, así que os invitamos a disfrutar de Poker de Voces en sus próximos conciertos, que, según dijo David Ordinas, «después de esta noche os podemos asegurar que volveremos ¡muy pronto!».

¡Os estaremos esperando!

The show must go on, ¡y nunca mejor dicho!