La conocida calle Paral·lel de Barcelona recoge la esencia del barrio neoyorkino de Harlem durante este mes de mayo gracias al musical Harlem Swing – Ain’t Misbehavin que se representa hasta el día 27 en el Teatre Victòria. Acudimos a la función del pasado viernes y los protagonistas de este espectáculo nos dejaron literalmente boquiabiertos con sus grandísimas voces, sólo podemos decir que es una pena que su estancia en la ciudad condal sea de tan sólo cuatro semanas. Si tienes ocasión de verlo, ¡no esperes más!

Tres actrices y dos actores, aunque en la función del viernes únicamente pudieron asistir cuatro, se mueven bajo el ritmo frenético del swing del legendario pianista Fats Waller, mientras entonan grandes canciones, acompañados de la “Smokin band”, una orquesta compuesta por seis músicos de jazz, que se sitúa al fondo del escenario. El paso del tiempo, ya que este musical se remonta a los años 20 y 30, no ha hecho mella en el espectáculo, sino todo lo contrario, consiguiendo transmitir al público la auténtica esencia de los músicos afroamericanos de aquella época, algo que ya habían logrado durante su primera estancia en el Teatre Victòria, allá por el año 1983.

Todo sucede en un club de jazz de Harlem, donde los protagonistas van viviendo distintos flirteos amorosos, acompañados de ingeniosos juegos eróticos y de increíbles canciones como la conocida “Ain’t Misbehavin”, que da título al musical, y con la que se cuestiona la fidelidad de las parejas. Una gran historia que enlaza unas canciones con otras y que va captando la atención del público de principio a fin; público que cuenta con una pequeña pantalla en la parte superior del escenario, donde los textos aparecen subtitulados, por si alguien se pierde con el inglés. Algo que a nuestro modo de ver puede hacer que el espectador se despiste en algún momento de lo que interpretan realmente los actores. 

Las dos notas características de esta obra, ganadora de grandes premios en Nueva York, entre ellos los “Tony Awards”, son la energía y la frescura con que los actores entran y salen constantemente a escena. Cada nueva canción requiere un esfuerzo mayor y cada nueva coreografía está más trabajada que la anterior, el ritmo va “in crescendo” hasta que en la última parte del segundo acto sorprenden al público con un grandísimo swing que bailan todos juntos. Y esta no es la única sorpresa que nos tienen guardada, pero hasta ahí podemos leer…

Los textos de las canciones están impregnados de dobles sentidos y de un argot característico del citado barrio neoyorkino, del que recrean su época más frenética. Éstos, acompañados de la vitalidad y entusiasmo con que Fats Waller toca el piano durante la función; de las maravillosas voces de los cinco protagonistas; y de la maestría de la orquesta que les acompaña, han hecho del musical “Harlem Swing – Ain’t Misbehavin un auténtico espectáculo, capaz de apartarse a cualquier época y de triunfar en todo el mundo, dado que ya lleva recorridas unas cuantas ciudades, y una vez que abandone Barcelona llevará su frescura por Israel, Reino Unido y Francia. 

Para los que amamos los musicales es una auténtica suerte que teatros como el Victòria y ciudades como Barcelona acojan obras como ésta, que, en este caso, ponen de manifiesto que la esencia del jazz está más viva que nunca. Por ello, os invitamos a que no dejéis escapar la oportunidad de ir a verlo durante su breve estancia en la ciudad condal.

Es más, os lo ponemos más fácil, y os recordamos que hasta el miércoles día 9 continúa vigente nuestro concurso “Broadway Swing”, mediante el que sorteamos 10 entradas dobles para que los ganadores/as se trasladen al mítico barrio neoyorkino por una noche y disfruten del espectáculo. ¡Todavía estás a tiempo de participar!

The show must go on! (a ritmo de swing!)